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Sí sospechas que puedes sufrir síndrome metabólico conoce qué es, y todo lo que debes saber en el artículo.
Entérate a quién afecta el síndrome metabólico para conocer si te encuentras en el grupo de riesgo y aprende cómo tu doctor realizara el diagnostico.
Descubre cuál es el tratamiento más actualizado basado en la ciencia para combatir el síndrome metabólico que puedes seguir.
El síndrome metabólico, según un estudio en University of Colorado, agrupa la obesidad abdominal, resistencia a la insulina, dislipemia o alteración de las grasas, colesterol alto, hígado graso y presión elevada.
El síndrome metabólico por este motivo también es llamado síndrome de resistencia a la insulina o síndrome X o cintura hipertrigliceridémica o el cuarteto mortal.
A su vez la evidencia científica asocia este síndrome con otras enfermedades que podrían integrarlo como un estado inflamatorio, alteraciones hormonales, apnea.
La resistencia a la insulina ocurre por la presencia de ácidos grasos, componentes de la grasa en exceso en la circulación.
Precisamente la acción de la insulina es inhibir la lipólisis, es decir la destrucción de grasas que liberan ácidos grasos por lo cual la situación se complica.
El aumento de la grasa en el abdomen que se determina con la medición de la circunferencia de la cintura se asocia con aumento de los ácidos grasos libres hacia el hígado.
Según un estudio realizado en University of Texas, con el aumento de los ácidos grasos hacia el hígado aumenta la producción de grasas en el hígado como los triglicéridos.
Ante la resistencia a la insulina se reduce la concentración de lipoproteína lipasa en tejidos adiposos y contribuye al aumento de los triglicéridos.
La reducción del HDL colesterol bueno se produce por la hipertrigliceridemia.
Es decir, se incrementa el colesterol LDL llamado colesterol malo.
A su vez se produce un aumento de la eliminación del HDL de la circulación, lo que reduce las HDL en sangre.
La presencia de resistencia a la insulina en las células de los islotes pancreáticos hace que sean los ácidos grasos los que estimulen la secreción de la insulina.
Los ácidos grasos pueden estimular la secreción de insulina pero luego la secreción se reduce.
En personas sanas la insulina tiene una función vasodilatadora.
Cuando existe resistencia a la insulina, se pierde este efecto de la insulina pero la función renal se conserva sin embargo los ácidos grasos producen vasoconstricción y la presión se incrementa. (1) (2)
Según AHA, el colesterol alto definido como el aumento de LDL y VLDL, se asocia con la obesidad y mayor riesgo de síndrome metabólico.
Esto se relaciona además con la reducción del HDL colesterol bueno y en conjunto aumentan el riesgo que el síndrome metabólico genere enfermedades cardiovasculares graves.
La presencia de hígado graso es un elevado factor de desarrollo de síndrome metabólico.
El hígado graso, debido al depósito de grasa también predispone a resistencia a la insulina y síndrome metabólico. (1) (2) (3)
Consulta debajo el diagnóstico para conocer en qué valores se encuentran estos indicadores de salud durante el síndrome metabólico.
El síndrome metabólico tiene una prevalencia mayor en hombres blancos no hispanos en relación a los hombres hispanos.
Países como China e Irán tienen una prevalencia menor de síndrome metabólico lo que puede asociarse con su estilo de alimentación.
El riesgo de síndrome metabólico se incrementa con la edad lo que se relaciona con un aumento de la grasa central.
Hasta los 60 años la prevalencia de síndrome metabólico es similar entre hombres y mujeres, luego de los 60 años, las mujeres superan la prevalencia en hombres.
La presencia de síndrome metabólico en la juventud es de 10 % y puede predisponer a diabetes o enfermedad cardiovascular en la adultez.
Si bien existen diversas definiciones de numerosas organizaciones científicas, la definición del año 2006 de la Federación Internacional de la diabetes (IDF) considera para el diagnóstico:
La definición de IDF a diferencia de las anteriores considera a la presencia de obesidad abdominal como indispensable para el desarrollo de síndrome metabólico.
A su vez tiene en cuenta el valor de corte de la circunferencia de cintura de acuerdo a el origen de la persona.
Para las poblaciones asiáticas, salvo Japón, se considera la circunferencia de la cintura que es considerada elevada cuando es mayor a 80 cm en la mujer y mayor a 90 cm en hombres.
En el caso de los japones se considera elevada mayor a 85 cm en los hombres y más de 90 cm en las mujeres.
Para las personas de origen europeo la circunferencia mayor a 94 cm en hombres y mayor a 80 cm en mujeres se considera elevada.
Las diversas definiciones de Síndrome Metabólico de las organizaciones científicas se diferencian en los valores de corte por ejemplo para la glucosa puede considerarse entre 100 y 110 mg/ dl.
Se ha identificado la resistencia a la insulina como el factor que relaciona los indicadores del síndrome metabólico sin embargo no existe un estudio diagnóstico directo.
En el diagnóstico entonces se considera la prueba a la glucosa alterada como un indicador indirecto de resistencia a la insulina más la sumatoria del resto de los factores de riesgo.
Debido a que el síndrome metabólico duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular y aumenta 5 veces el riesgo de diabetes tipo 2 el tratamiento debe ser temprano.
Para reducir la obesidad abdominal se recomienda la pérdida de entre el 5% y 10% del peso actual y luego el mantenimiento del peso.
Para lograr estos objetivos se aconsejan cambios en el estilo de vida y aumento de la actividad física.
Una alimentación con alta capacidad de curación permite alcanzar y mantener un peso saludable, resolver la resistencia a la insulina y tratar todos los componentes del síndrome,
Una alimentación con alta capacidad de curación durante 7 días mejora la sensibilidad a la insulina.
Cada uno de los nutrientes de la dieta para el síndrome metabólico resulta importante como detallaremos a continuación.
Una reducción del consumo de carbohidratos mejora la pérdida de peso y la resistencia a la insulina.
Existen dos tipos de carbohidratos simples y complejos. Los simples abundan en alimentos procesados como gaseosas, jugos envasados galletas, postres.
Deben evitarse porque generan un pico en azúcar en sangre y una mayor necesidad de insulina.
Existen alimentos de alto y bajo índice glicémico de acuerdo a la capacidad para incrementar el azúcar en sangre.
Los alimentos elegidos deben ser de índice glucémico bajo, que reducen las grasas y azúcar al no crear un pico de azúcar en sangre ni incrementar la insulina en forma abrupta.
En cuanto a este nutriente se evidencio que un consumo elevado de carnes se asocia a un aumento del riesgo de síndrome metabólico.
La recomendación de proteínas es no superar entre 10 y 35% del total de calorías, igual recomendación que para personas sanas.
En relación a las grasas el principal problema es la calidad de grasas que se consumen y no la cantidad.
La grasa saturada se asocia con aumento de la insulina en ayunas. En cambio, las grasas insaturadas no cuentan con efectos sobre la insulina.
Las grasas monoinsaturadas que se encuentran en aceite de oliva, almendras, disminuyen el azúcar luego de comer, los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno HDL.
En cuanto al control de este mineral y su relación con la presión arterial se aconseja tanto su reducción como el aumento del consumo de potasio.
Una alimentación saludable con carbohidratos complejos de bajo índice glicémico, valor normal de proteínas, reducida en grasas saturadas es lo que se recomienda para el síndrome metabólico.
El ejercicio aeróbico favorece la pérdida de grasa del abdomen y evita recuperar el peso.
El ejercicio aeróbico aumenta el colesterol bueno, disminuye los triglicéridos y la presión arterial aproximadamente 3 mm Hg.
La recomendación de ejercicios es de al menos 30 minutos al día todos los días de la semana que pueden combinarse con ejercicios de resistencia que reducen la grasa y la sensibilidad a la insulina.
Los ejercicios aeróbicos recomendados son caminar rápido, correr, nadar, andar en bicicleta, golf, deportes. (3)
Para combatir el síndrome metabólico es necesario combinar los cambios del estilo de vida, alimentación saludable y ejercicios.
Aprende en la comunidad como hacerlo. Consulta a las especialistas, conoce tu riesgo de contar con el síndrome metabólico y recibe un consejo útil para tu problema de salud.